jueves, 20 de noviembre de 2008

Détente





En nuestras vidas llega un momento en que tenemos que detenernos a reflexionar. ¿Qué estoy haciendo? ¿Por qué lo hago? ¿Es lo que quiero o me estoy dejando llevar por la corriente? ¿Le estoy dando el tiempo y la atención a lo que me importa o me estoy dejando llevar por la rutina? ¿Demuestro mi amor a mis seres querido o espero que ellos asuman que los amo? Debemos analizar que estamos haciendo con nuestras vidas y pedir a Dios la sabiduría para poder administrar nuestro tiempo. Pasamos más tiempo haciendo las cosas que no queremos y que no nos llenan que haciendo lo que en realidad nos beneficia y nos hace sentir bien. Témenos que darle la importancia a lo que la tiene. ¿Si esta semana fuera tu última semana de vida que harías o que cosas lamentarías no haber hecho? Que esto te sirva de guía. Para que veas en donde tienes que trabajar en tu vida. Estoy tratando de aplicar a mi vida el pensamiento vive como si fuera tu último día. A veces estamos tan acelerados y pasamos por los lugares y ni tan siquiera disfrutamos del paisaje. Si alguien nos pregunta algo referente a las flores que había en el camino por donde pasamos ni nos percatamos que había flores. Esto porque no estamos valorando ni disfrutando la naturaleza que tenemos a nuestro alrededor. Vive tu vida disfruta de lo que Dios te dio. No pases por la vida, vívela. Levántate cada mañana dando gracias por lo que tienes, no te lamentes por lo que no tienes. Da gracias por la vida, por la salud, por los alimentos etc. Hay otros que no tienen nada de eso. La vida es corta es un regalo, disfrútalo.
Margarita

viernes, 14 de noviembre de 2008

La historia del primer bastón de dulce




Ya esta cerca la Navidad y quiero compartir con ustedes la historia del bastoncito, para que lo disfrutemos con conciencia de su lindo significado.

Una vez había un hombre que amaba tanto a Jesús que para su cumpleaños, el quería hacer algo especial. Ya que era un fabricante de dulces, decidió que iba a usar todos sus talentos e iba a diseñar un dulce muy especial para dárselo a Jesús. Poniéndose en oración se puso a trabajar; diseñó y fabricó el primero Bastón de dulce: “Candy Cane”.

Si examinas un bastón de dulce, vas a encontrar que si lo sostienes parado, representa al bastón con que el pastor guía a sus ovejas, sabemos que Jesús es nuestro pastor. Si voltear el bastón de abajo hacia arriba, entonces, se forma la letra J, primera letra del nombre de Jesús.

Las rayas fueron incluidas en el dulce porque las escrituras no recuerdan que por sus azotes hemos sido sanados. Los colores rojo y blanco, simbolizan la sangre de Jesús. El rojo de su sangre cubre nuestros pecados, mientras que el blanco los lava y nos deja puros como la nieve. La raya gruesa representa que nosotros creemos en un solo Dios. Las tres rayas más pequeñas representan la Santísima Trinidad. Un Dios que se nos ha revelado entres personas distintas. Dios Padre, Dios Hijo y Dios Espíritu Santo. Un bastón de dulce no es verdadero si no tiene la raya gruesa y tres pequeñas y los colores rojo y blanco. El sabor a menta representa el hisopo que era usado en la época de Jesús para purificación.

El verdadero “Candy Cane” nos recuerda nuestra herencia cristiana y simbólicamente representa al que honramos en su cumpleaños cada año el día 25 de diciembre.

(Colaboración de Elizabeth Domínguez)